HIGUERA JUVENIL, VEGETATIVA, VEGETATIVA/REPRODUCTIVA Y EN REPOSO.

Las plantas de higo provenientes de ramas terminales vegetativas enraizadas mantienen el potencial para pasar de la fase vegetativa a la reproductiva después de un período bajo condiciones ambientales promotoras de la transición floral, siempre y cuando esas ramas no provengan de plantas juveniles.

Los diferentes estados de desarrollo de la higuera mantienen una fuerte asociación a las condiciones ambientales, por lo que pequeños cambios ambientales tienen un efecto mayusculo en su comportamiento reproductivo y de crecimiento. La transición de la fase vegetativa a la reproductiva y la diferenciación floral son procesos cuantitativos y acumulativos por lo que puede darse una reversión del estado reproductivo al vegetativo y viceversa. En la higuera no existe el estado de floración cualitativo u obligado, cualquier estado de desarrollo en la higuera, vegetativo o vegetativo/reproductivo es facultativo.


Cuando las condiciones ambientales y de manejo promueven la diferenciación floral y el desarrollo de los frutos, las ramas crecen indeterminadamente al mismo tiempo que también los frutos empiezan a crecer.
El proceso de la transición floral en la higuera.
Es importante en el cultivo de la higuera/higo establecer las diferencias entre los diferentes estados de desarrollo de la planta.
Las plantas de higuera provenientes de semilla presentan una etapa de juvenilidad de varios años, tiempo durante el cual la planta solo presenta crecimiento vegetativo sin que el ápice meristemático sea competente para recibir el estímulo floral.
En cultivares partenocárpicos donde el fruto se desarrolla sin necesidad de polinización, las ramas, tanto maduras como tiernas, y ramas vegetativas o fructificando, pueden usarse para la propagación.
Bajo condiciones ambientales que promueven el crecimiento vegetativo, la planta de higuera crece vegetativamente continuamente mientras esas condiciones promotoras de crecimiento vegetativo estén presentes, esto es, con abundancia de nutrientes, temperatura, luminosidad, espacio,etc., aunque lo importante es resaltar que el material de propagación por venir de plantas que fructificaron previamente, el meristemo apical permanece competente en todo momento y es apto para recibir la inducción floral hasta en tanto las condiciones ambientales cambien de condiciones promotoras de crecimiento vegetativo hacia condiciones promotoras de la floración, por lo que toda planta de higuera que provenga de una planta que previamente haya fructificado tiene la capacidad para iniciar el periodo o etapa reproductiva en el momento que se le den condiciones ambientales promotoras de la floración debido a que los ápices meristemáticos presentes en todos los puntos de crecimiento son competentes y aptos para recibir el estímulo floral.
La transición floral requiere de la activación de un conjunto de genes en el ápice meristemático, lo que convierte al meristemo de un estado vegetativo a un estado reproductivo, que en el caso muy peculiar del higo esta transición floral ocurre durante la etapa de crecimiento vegetativo por lo que simultáneamente en espacio y tiempo ocurre el crecimiento vegetativo/reproductivo apical hasta en tanto las condiciones endógenas y ambientales lo permitan.
En la higuera los procesos envueltos en la transición de la fase vegetativa a la vegetativa/reproductiva apical son procesos cuantitativos y acumulativos por lo que la transición floral puede ser transitoria y no permanente y su estabilidad depende de señales internas y ambientales. Esta transición floral puede tener una fuerte asociación a las condiciones ambientales ya que la abundancia de nutrientes, agua, espacio para el crecimiento de raíces, temperaturas óptimas, radiación en cantidad y calidad adecuadas son promotoras del crecimiento vegetativo, sin embargo, es ésta misma fuerte dependencia o asociación a las condiciones ambientales las que también pueden ser promotoras del crecimiento dual vegetativo/reproductivo apical.
En una misma planta de higuera las diferentes ramas son autónomas unas de otras en su respuesta a la transición floral, por lo que el mantener ramas de diferentes edades y tamaños dificulta el manejo. En un ambiente natural esta plasticidad o característica provee una ventaja adaptativa.
Otro aspecto a resaltar es el de las diferencias varietales en el desarrollo vegetativo y reproductivo de las plantas, ya que una variedad en específico puede mantener una tendencia más asociativa a las condiciones ambientales y otras una tendencia más endógena hacia el crecimiento vegetativo/reproductivo y tener por tanto menos dependencia a las condiciones ambientales.
Otro punto es el de la edad cronológica y el tamaño de la planta, una planta de higo puede tener cronológicamente poco tiempo y por tanto un tamaño pequeño, y esta planta puede presentar cualquiera de los estados fisiológicos, esto es, puede estar en crecimiento vegetativo, vegetativo/reproductivo o en reposo. Lo mismo es válido para una planta de gran tamaño y de muchos años de edad, cabe resaltar también que las plantas de mayor edad y tamaño tienden mas a presentar bajo condiciones óptimas de crecimiento el estado vegetativo/reproductivo, esto debido a condiciones endógenas.

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